SUGERENCIAS PARA EL ESTACIONAMIENTO DE CARAVANAS

Son muchos, y cada vez más, los aficionados al camping-caravaning que deciden continuar utilizando su caravana durante los denominados meses blancos invernales. Tanto para ellos como para aquellos otros usuarios que decidan estacionarla en un parking ofrecemos una serie de consejos, que sólo pretenden optimizar el uso y disfrute de su elemento de caravaning.

CAMPING DE INVIERNO

Mientras estemos habitando la caravana, difícilmente -y salvo condiciones meteorológicas muy extremas- nos surgirán problemas en la utilización de sus servicios. Pero cuando no la habitamos, fundamentelmente en los días entre semana (es decir, de lunes a viernes y/o sábado), debemos tomar unas mínimas precauciones para poder disfrutarla con tranquilidad durante el fin de semana.

Para ello deberemos tener en cuenta:

- El agua. Cerciónese, cuando vayan a dejar de habitar la caravana en el camping, de que han vaciado tanto la instalación como el depósito de agua potable, para evitar que se hielen. El hielo producido en las tuberías del agua puede quitarse con bastante facilitad: bastará con hacer circular por ellas agua caliente (calentándola en el depósito ubicado en el cofre de la caravana, aunque si el agua almacenada en este recipiente está completamente helada formará un bloque muy difícil de descongelar.

Téngase en cuenta que, además, el agua, al helarse, se expansiona y aumenta de volument, pudiento provocar la rotura de la bomba, grifos o uniones de la tubería.

No se debe añadir al agua productos anticogelantes ni alcohol, ya que -independientemente de su coste económico harán que pierda la potabilidad del agua.

- El inodoro. El mismo problema se nos presenta con él: al dejar los depósitos llenos, tanto el superior -de agua limpia como elinferior -de agua limpia- como elinferior -de aguas residuales-, podrán helarse, como el depósito de agua potable. Ellos nos supondría, posiblemente, estar una larga temporada sin poder usarlo (hasta que las temperaturas suban unos grados...). Claro que existe la posibilidad de llevárnoslo a casa y que allí se descongelen, pero no es muy práctico que digamos.

- El avance. El uso de este elemento, durante el inverno , crea una zona intermedia entre el corfort de la caravana y el exterior, admás de ampliar el espacio disponible para guardar el equipo de invierno (esquís, raquetas de nive, trineos, etc.) y para dedicarlo a otros menesteres que los propietarios considerene, en su caso, oportunos.

Ahora bien, si disponemos de una avance de los denominados de nieve (menos voluminoso pero más reforzado que los normales) no debemos tener, en principio, ningún problema para que este elemento aguante una copiosa neveda o una fuerte tormenta. No obstante, recomendamos que -para prever estas inclemencias meteorológicas- aseguren antes las piquetas y vientos tensores, así como su anclanje al suelo (con una cinta contravientos).

Pero si se utiliza el avance de verano, como sucede en un alto porcentaje de usuarios caravanistas que tienen montadas sus instalaciones en campings, es aconsejable reforzar el armazón mediante tubos suplementarios en el techo del avance y colocar más patas de apoyo. Los tubos de refuerzo necesarios dependerán, lógicamente, de las dimensiones del avance.

Cuando no habite la caravana, aconsejamos colocar en su interior tres o cuatro patas de refuerzo, preferentemente en su parte central, para dar mayor resistencia a toda la superficie del techo (la más afectada en caso de intensas nevadas). Tampoco está de más que, para aumentar esta protección supletoria de la consistencia del avance, se coloquen patas en los extremos del mismo, si la zona donde se hayan instalados es proclive a soportr grandes nevadas.

Asimismo es conveniente añadir una cinta contravientos para que sujete el avance, en su parte delantera, a la altura de la visera.

LA CARAVANA ESTACIONADA

En primer lugar es conveniente estacionar la caravana en lugares poco húmedos y ventilados, colocándola a una distancia de muros, caravanas u obstáculos lo suficientemente amplia para que el aire circule con fluidez. Así evitaremos la formación de moho en los perfiles de aluminio y en los pequeños salientes propensos a albergar polvo y humedad.

Asimismo dejen las patas de apyo bajadas, con una ligera presión para repartir el esfuezo de los neumáticos. Para conseguir una conservación más duradera de los neumáticos cúbralos con una lona o similar, y aún mejor puede desmontar las ruedas y colocar en su lugar unos soportes metálicos.

Tape el cabezal de enganche con una funda de protección, teniendo en cuenta que esté abierta por su parte inferior, con el fin de que el cabezal y la punta de la lanza tenga una buena ventilación, evitando con ello su oxidación (esto también es aconsejable con la caravana instalada en la parcela para su utilización).

No deje el freno de mano en tensión: aseguren la caravana mediante un par de cuñas en las ruedas. La humedad podría bloquear el freno y luego sería muy difícil accionarlo.

No obstruya las ventilaciones permanentes: es conveniente mantener una circulación interior de aire. Dejen un poco abiertas las puertas de los armarios, altillos, bancos, etc. En cuando a los acolchados, conviene colocarlos de manera que tengan una buena ventilación en toda su superficie.

Es importante que visiten la carava periódicamente y que mantengan la puerta y ventanas abiertas durante unas horas, para conseguir una buena ventilación y renovación del aire.

Asimismo, encender la calefacción contribuirá a hacer desaparecer la humedad y mantener un ambiente más seco en el interior.