ESTADO DE EXTERIORES

 

Son muy pocos los usuarios que solicitan servicios de inspección y revisión del habitáculo completos y garantizados (lo que a su vez produce una oferta de estos servicios prácticamente nula por pare de las firmas del sector). ¿Por qué? Sencillamente porque creemos que la zona del habitáculo cumplirá con sus funciones de por vida y que los dispositivos y elementos cumplirán su misión eternamente sin desgaste ni fallos. Además existe la creencia generalizada de que el eventual fallo de un dispositivo del habitáculo no conducirá a una situación de riesgo grave o de trastorno importante para los usuarios: si el grifo falla, se reemplaza y punto; si la bomba de agua deja de funcionar, utilizaremos los servicios del camping y arreglado. Sin embargo, nada más lejos de la realidad: si un grifo falla en medio del monte, ¿dónde compramos un sustituto?, ¿y si la bomba de agua se quema cuando estamos en Cabo Norte?...

No cabe duda de que estos ejemplos son sólo ilustrativos de situaciones en las que el fallo de un dispositivo produce incomodidades y trastornos a los usuarios más o menos importantes. Pero no hay que olvidar que el habitáculo alberga un conjunto de aparatos y sistemas que sí pueden provocar riesgos importantes para las personas y el propio vehículo: sistemas y aparatos de gas, el sistema eléctrico de 12 y 220 v, el sistema de agua a presión, etc. El fallo de una conducción de gas puede producir, además de la inutilización del conjunto de aparatos de gas (calentador de agua, cale facción...), un riesgo grave de explosión.

En esta sección se revisa el estado general de los exteriores, bajos del vehículo y/o célula, y en particular el estado de las zonas en contacto con dispositivos y accesorios fijados en el exterior. Téngase en cuenta que los exteriores del vehículo están permanentemente sometidos a las acciones de los agentes meteorológicos, en algunos casos muy agresivos, como por ejemplo el fuerte viento en carretera. Si además el vehículo está estacionado a la intemperie en las épocas de descanso, la agresión resulta aún mayor. El objetivo de esta sección se encamina a detectar y corregir fundamentalmente filtraciones de agua (grietas, rendijas, agujeros de antiguos tornillos...) y corrosión en las zonas metálicas, así como a reajustar (apretando tornillos, tuercas, sustituyendo juntas, etc.) aquellos accesorios fijados al exterior que, por acción de las vibraciones continuas a las que están sometidos, pudieran encontrarse ligeramente sueltos y así evitar posibles desprendimientos que pudieran ocurrir en ruta por acción del viento.

La duración de esta primera parte de la revisión se estima que puede realizarse entre 2-4 horas.

Herramientas y material necesario:

- Destornilladores planos y de estrella, para ajustar tornillos de diversos tamaños.

- Para la limpieza: paños secos y húmedos, alcohol de quemar o limpiador doméstico antigrasa, compresor con pistola de aire a presión o, en su defecto, una brocha de cerdas duras y un cepillo de raíces.

- para detener la oxidación y proteger zonas metálicas: solución antioxidante para aplicar con pincel (existen varias marcas comerciales de venta en ferreterías), vaselina.

- para proteger las juntas de goma de puertas y ventanas: preferiblemente vaselina o en su defecto, polvos de talco.

- para engrasar: grasa industrial (oscura, muy sólida), líquido engrasante (tipo 3 en 1)

- para proteger del agua, barro, etc.: brea a cera de carrocero (de venta en talleres y tiendas de accesorios de automóvil).

- para rellenar pequeños huecos y grietas: silicona (blanca o traslúcida) para exteriores y masilla flexible.

- para realizar uniones duraderas: adhesivo con consistencia de masilla (tipo Sikaflex).

Estado de exteriores en zonas con elementos fijados: Se trata de comprobar el estado de las zonas exteriores del vehículo donde se han fijado accesorios y otros dispositivos tales como portabicicletas, bacas de techo, spoilers, pletinas, guías para toldos y avances, soportes de tendedero, soportes de bolsa de basura, apliques de iluminación exterior, etc. se vigilará la posible corrosión y entradas de agua en las zonas donde la carrocería ha sido perforada y en los propios dispositivos que generalmente se fijan al vehículo mediante apliques metálicos. Las juntas de masilla, silicona o goma deterioradas deben sustituirse a la mayor brevedad posible.

La limpieza de tales zonas se realizarán preferiblemente  con aire a presión y, en su defecto, con un paño empapado en solución limpiadora o alcohol de quemar. Las zonas que presenten corrosión se les aplicará una solución antioxidante con un pincel. Las pletinas de fijación de los accesorios de exterior, en caso de estar muy deterioradas, deberán sustituirse inmediatamente con el fin de evitar su posible rotura en ruta).

Lanza (solo caravana): se revisará especialmente en las zonas de soldaduras, más propicias a la aparición de corrosión. Igualmente se inspeccionara el estado y funcionamiento de la rueda jockey y su abrazadera (especialmente el tornillo de apriete para observar posibles pérdidas de rosca). Especial atención se prestará al cabezal, comprobándose su perfecta operación de apertura y cierre, la solidez de la unión con la punta de la lanza, así como el funcionamiento del freno de mano, que deberá tensarse si fuera necesario. Si el cabezal se ha sustituido por un estabilizador, deberán seguirse las indicaciones del fabricante en cuanto a revisiones periódicas y cambio de los dispositivos de fricción. Se limpiarán y engrasarán las zonas móviles. Asimismo, si existe corrosión importante en la lanza, ésta deberá ser reparada por un taller especializado. En cuanto al cabezal, si éste no opera correctamente o bien ha sufrido algún daño (abolladura o torsión), deberá ser sustituido de inmediato.

Patas estabilizadoras exteriores: se comprobará la solidez de cada pata en su unión con el chasis de la caravana o autocaravana. Se comprobará el correcto funcionamiento (apertura y cierre), especialmente cuando el vehículo ha estado aparcado en zonas de barro y lodo. Se inspeccionara visualmente el estado del tornillo sinfín para detectar posibles desgastes y pérdidas de rosca. Cada pata se limpiará a conciencia, especialmente el tornillo sinfín, y se engrasara con profusión. En caso de observar alguna anomalía, la pata deberá sustituirse por una nueva a fin de evitar molestias las próximas acampadas. Mira este video